Si quieren descubrir cómo será Australia tras el apocalipsis del próximo 21 de diciembre, vean la trilogía de Mad Max, un clásico de los buenos: Mad Max: Salvajes de autopista (1979), Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981) y Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno (1985). ¡Cuántas veces oí hablar de Mad Max a lo largo de los años y nunca tuve la curiosidad de verla! Pues este ha sido mi descubrimiento cinematográfico del año, y eso que las dos primeras partes son más viejas que yo.
La trilogía, del director australiano George Miller, se ambienta en el futuro y su protagonista es Max Rockatansky, interpretado por Mel Gibson, un actor que me cae mal, mal, mal. No sé por qué lo eligieron para el papel, será por su aspecto de guapete perdonavidas. Yo me habría inclinado más bien por el tasmano Errol Flynn, que además tocaba el piano mucho mejor. El problema es que en el momento del rodaje, el señor Flynn llevaba muerto veinte años y, aunque hubiera sobrevivido, habría tenido 70 tacos. No sé, pero a mí me da que no habría rockeado tanto en el papel de Rockatansky… Continue reading