
Alexis y yo en un momento de recogimiento pastoril.
¡Por fin! El 20 de septiembre, después de la experiencia melburniana, Alexis y yo dejamos la agobiante urbe para llevar una vida de recogimiento bucólico. Así que hicimos los bártulos, fuimos a la estación de tren Southern Cross de Melbourne y, una hora después, llegamos a un pueblo llamado Ballan. Allí nos estaba esperando una guagua municipal para llevarnos a otro pueblo a media hora de allí: Daylesford, conocido como la capital australiana del spa y la capital gay de Victoria.
El trayecto de Ballan a Daylesford es relativamente largo pero muy sencillo: desde la estación de tren, hay que girar a la derecha en la primera intersección y después continuar todo recto hasta el final (y casi todo el paisaje está formado por ¡sí, eucaliptos!) Alexis y yo nos bajamos un poco antes, a la altura de Sailors Falls, una cascada de 30 metros que aún no hemos tenido el gusto de ver. Y de ahí, llegamos a Salanya.
Salanya (no confundir con “lasaña”) es el bonito nombre de una finca en medio del campo rodeada de eucaliptos enormes, en la que su dueño, Ostii, un tío muy agradable, se ha dedicado a cultivar plantas sin echarles productos químicos; solo compost y materia fecal equina. Salanya es lo que la gente de estos lares llama “granja ecológica”, aunque no hay pollos ni vacas ni retretes secos (por cierto, ya lo he comprobado: el agua del WC gira en el sentido de las agujas del reloj, igualito que en el hemisferio norte, ¡vaya timo!) Lo que sí pulula por los árboles, y en estado salvaje, son cacatúas, cucaburras, cuervos australianos (que difieren de sus primos europeos en que sus graznidos son wa wa wa, en lugar de rraa rraa rraa, ya saben de qué hablo, you know what I mean…) y urracas australianas (de plumaje y graznido también diferente del de sus primas europeas). Y, por las noches, en el tejado de Salanya, se oyen pasos de pezuñitas, chillidos y golpes. Por lo visto son póssums defendiendo su derecho de pernada. O eso o son ratas enormes y peludas, porque hacen bastante ruido. Si no saben lo que es un póssum, busquen en google, que si no esto me va a quedar muy técnico.
En Daylesford se lleva mucho el agua de manantial (¡el agua de los arroyos está gasificada!), el balneario, la acupuntura, los retiros espirituales, la limpieza de aura y el tarot a mansalva. Y en Salanya, se estila trasplantar fresas, sembrar lechugas, acelgas, cortar leña para la chimenea y plantar manzanos. De esto, Alexis y yo estamos aprendiendo un montón gracias a Ostii. Durante estos últimos diez días, mis manos han dejado de comportarse con remilgo: ahora mis uñas están negras de tierra, mis dedos llenos de arañazos y mis palmas resecas. Mi noción del tiempo ya no es la misma: ahora vivo al son de las estaciones, que en el estado de Victoria están locas y se suceden todas en un mismo día (¡ayer nevó!) Mi sentido de la estética ha mutado: ya no uso maquillaje, ni zapatos de tacón, ni otras nimiedades capitalistas. Ahora llevo botas de plástico, cinco capas de ropa de sport y estoy pálida y fea, pero soy libreeeeeeee!!
Amiga, mira que a mi lo del agua del water me perturbaba…jajaja
!A Los Simpson también! El vídeo lo dice todo (el doblaje es horrible, pero se entiende)
Pues en el norte se da la vuelta al revés que ahi, seguro, y las enredaderas también, y por eso los australianos conducen al revés
Jajajaja! Pues es verdad! Aquí todo se hace al revés: la ropa se pone con los bolsillos para fuera, los colores están todos cambiados (el rojo es amarillo y el fucsia, gris marengo) y la gente come cosas raras, como el Vegemite, una pasta asquerosa a base de extracto de levadura que se unta en las tostadas (por la cara del revés, claro!)
La moda australiana es tan fea porque lo que pasa es que llevan la ropa al revés y lo que se ve son los fondillos de los bolsillos y las costuras, y los colores son otros. Una australiana con la ropa bien puesta ganaría mucho.
http://es.wikipedia.org/wiki/Vegemite
Información wikipédica sobre el Vegemite, el potingue australiano que se unta al verrés!
OH Sweet Lord!!! Eres una mujer de la tierra, ya te has sincronizado con la naturaleza… ahora celebraras la siembra y la cosecha… Me ha encantado lo de las estaciones…. Muaks