Oda a Salanya

Salanya es como lasaña pero al revés:
es de canguro, está riquita y huele a pies.
Es italiana y australiana
es lasaña internacional.
Con holandeses, españoles y franceses
Es sabrosa, poliédrica y multifuncional.
Con músicos, poetas, carpinteros,
pintores, abogados y camareros,
es la caña del hemisferio bajero.
En Salanya hay niños, mujeres y hombres,
seres hermafroditas y caracoles menonitas.
Y en menos que canta un parto
éste de aquí es el reparto:
primero Ostii, el maestro yogui que duerme grogui
Y Natalia, maestra artista de técnica mixta.
Después están Tyber, súperTyber y sus Lego,
que echan rayos láser por los ojos y te dejan ciego.
Paul y Joe, padre e hijo de la Australia tropical
que comen cocos, papayas y se quedan tan igual.
Luego François, Ciccio, Paco y Cho,
que es el mismo con cuatro identidades,
lo mismito que un hindú y sus deidades.
Rose era la australiana intermitente,
iba y venía y fluía como una fuente.
Willem llegó después, el frisio de Holanda, el artista de la parranda,
carpintero y guitarrero, “the last man standing in the veranda”.
A Alexis y a Elisa ya los conocen,
van en furgona, son feos y no paran ni en Pomona.
Y en último lugar, pero no menos espectacular,
Sara de Milán, que da la vuelta al mundo con una mochila y un pan
y por si fuera poco baila como Raffaela Carrá.
Tres semanas señores en este lugar
Y salí más vedette que Norma Duval.
Bebí, me harté a reír y comí verdura,
visité al cofundador de la permacultura.
Fui a Ballarat y bailé como de aquí a Rabat,
llegué, me acosté y dormí dos horas cual “bat”,
que es murciélago en inglés y queda del diez.
Y como todo tiene su fin, señoras, llegó mi hora:
abrí el ojo, me puse en pie, me despedí, ¡adiós Salaña lasaña!
y sin más paripé me fui en la furgo con Alexí.

6 thoughts on “Oda a Salanya

    • SALANYA! 😉 Grazie Ciccio grazie! D’ailleurs, où es tu maintenant? Encore à Salanya? En tout cas, où que tu sois j’espère que tu vas bien. Et Willem aussi! On est près de Sydney. N’oubliez pas nous faire signe si jamais vous venez par ici. Ça nous manque, Salanya. Prenez soin de vous. Bacci!

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